Guía de desplome bursátil: ¿Qué es un colapso bursátil?
Los mercados son conocidos por su volatilidad, y a veces pueden desplomarse. Esto, a su vez, puede tener repercusiones en la economía mundial. Y aunque algunos desplomes bursátiles pueden preverse, otras veces pueden producirse sin previo aviso. Entender qué son los desplomes bursátiles y qué puede conducir a ellos puede ser un paso crucial para comprender cómo funciona la economía.
Desde la Gran Depresión de 1920 hasta la pandemia de COVID-19 de 2020, he aquí las principales crisis bursátiles y las razones que las provocaron:

RESUMEN
Los desplomes bursátiles se refieren a caídas repentinas y graves de los precios de las acciones, a menudo causadas por una combinación de burbujas especulativas, ventas de pánico, recesiones económicas o políticas monetarias deficientes.
Entre los principales desplomes históricos cabe citar el de Wall Street de 1929 (Gran Depresión), el del Lunes Negro de 1987, la burbuja de las puntocom de 1999-2000, la crisis financiera mundial de 2008 y el COVID-19 de 2020.
Estos cracks suelen provocar recesiones, mercados bajistas y perturbaciones económicas a gran escala.
Los gobiernos y los bancos centrales suelen intervenir con políticas fiscales, ajustes de los tipos de interés y ayudas financieras para estabilizar la economía.
Definición de desplome bursátil: ¿Qué son los desplomes bursátiles?
Un desplome bursátil se refiere a las oscilaciones repentinas e inesperadas de los precios de determinadas acciones. Estos acontecimientos, como su nombre indica, pueden tener repercusiones catastróficas en la economía en general y causar nerviosismo en el mercado.
¿Qué causa un desplome bursátil?
Hay muchos factores que pueden provocar desplomes bursátiles. He aquí algunas de las causas más comunes de los desplomes bursátiles que también pueden cambiar la trayectoria de la economía y los mercados, basándose en datos históricos:
Especulación y burbujas económicas: En el mundo del trading, la especulación se refiere al acto de comprar un determinado activo financiero con la expectativa de que crezca en el futuro. Esta falsa esperanza suele ir acompañada de mayores volúmenes de negociación sobre el activo en cuestión que, a su vez, hacen que su valor se revalorice enormemente, lo que se denomina Burbuja. Las burbujas económicas son momentos en los que los precios de determinados activos del mercado suben hasta el punto de superar el valor real del activo. Finalmente, la burbuja especulativa estalla y las cotizaciones vuelven a sus niveles normales. Durante un periodo de fuerte caída, los operadores tienden a vender el activo por pánico, provocando así el estallido de la burbuja.
Venta por pánico: Se refiere a una venta generalizada en el mercado de valores o en otro mercado provocada por rumores o temores.
Recesiones económicas: Cuando la economía experimenta una recesión causada por factores que van desde la inflación a la recesión, los inversores pueden ser menos propensos a invertir su dinero en determinados valores o mercados, lo que puede provocar su desplome.
Política monetaria: Las políticas monetarias de los bancos centrales, como las subidas de los tipos de interés, a veces pueden afectar a las acciones. Esto se debe a que, normalmente, cuando suben los tipos de interés, algunas acciones bajan, ya que a los inversores les resulta más difícil invertir y la gente gasta menos su dinero.
Otros factores pueden ir desde tensiones geopolíticas y disturbios hasta catástrofes naturales e incluso atentados terroristas.
Desplomes históricos de la Bolsa
Como ya se ha mencionado, las caídas de los mercados pueden afectar sin duda a la economía mundial. Por ello, hay algunos que han pasado a la historia por su magnitud y sus efectos. He aquí algunos de ellos en orden cronológico:
Caída de Wall Street (1929):
Esta caída de la bolsa estadounidense suele considerarse la peor de la historia del mercado bursátil, ya que se cree que desencadenó la Gran Depresión (una depresión económica mundial que comenzó en 1929 y duró aproximadamente una década).
Antes de este desplome, la economía y el mercado de valores de EE.UU. estaban en auge y los índices de Wall Street, como el Promedio Industrial Dow Jones (DJIA), se dispararon desde los 63 puntos de agosto de 1921 hasta los 381 de septiembre de 1929.
El crack bursátil acabó con este periodo, ya que el índice empezó a depreciarse. En noviembre de 1929, había aniquilado la mitad de su valor.
Se cree que el apalancamiento excesivo fue uno de los catalizadores de este crac definitivo. Muchos inversores y fondos de inversión compraron acciones al margen, pagando sólo el 10% del valor de la acción mediante préstamos de margen. Además, los fondos de inversión adquirían con frecuencia acciones de otros fondos muy apalancados, lo que creaba un estrecho vínculo entre ellos. Sin embargo, cuando finalmente estalló la burbuja de la deuda, se produjo el colapso bursátil y económico más importante de la historia moderna.
Caída del lunes negro (1987):
El índice Dow Jones perdió más del 22% de su valor, lo que supuso la mayor caída en un solo día de la historia del mercado bursátil. Como su nombre indica, ocurrió el lunes 19 de octubre de 1987.
El acontecimiento se considera a menudo global e imprevisto y es la mayor pérdida en un solo día de la historia del mercado. Muchos señalan que una serie de factores pudieron empujar al mercado a sus mínimos de entonces. Algunas de las razones que se le atribuyen son el temor del mercado a que las acciones estuvieran sobrevaloradas y la perspectiva de que sufrieran una corrección. Otros factores pueden ser el creciente déficit comercial de EE.UU. y las tensiones geopolíticas en Oriente Medio.
Sin embargo, quizá las causas principales de este desplome puedan atribuirse a la aparición de la negociación programada, en la que las operaciones automatizadas son ejecutadas por ordenadores. Durante este acontecimiento, los ordenadores generaron predominantemente órdenes de compra durante las subidas de precios y órdenes de venta cuando los precios bajaban. En consecuencia, una oleada de órdenes de venta desbordó el mercado el 19 de octubre, desatando el pánico entre otros inversores y llevándoles a vender sus participaciones.
Burbuja puntocom (1999-2000):
Uno de los ejemplos más famosos de desplome bursátil es la burbuja de las puntocom, también conocida como el boom de las puntocom. Este desplome se produjo entre 1999 y principios de 2000, y se refiere al hecho de que el Nasdaq (US-TECH 100), de gran peso tecnológico, perdió la friolera del 76,8% de su valor tras el estallido de la burbuja.
Antes de esto, el Nasdaq ganó 4.000 puntos entre 1995 y 2000, lo que hizo que se inflara mucho más allá de su valor, de ahí que se le llame burbuja. Sin embargo, a principios de 2001 este índice empezó a decaer debido principalmente al hecho de que las acciones tecnológicas estaban sobrevaloradas impulsadas por los operadores que invertían en acciones tecnológicas basándose en la suposición de que llegarían a ser muy muy rentables.
Crisis financiera (2008):
La Crisis Financiera fue mayor que el ámbito de EE.UU., ya que se trató de una recesión económica mundial, por lo que a menudo se la denomina "Crisis Financiera Mundial".
Este bache económico, que se produjo entre 2007 y 2008, se considera la crisis más grave desde la Gran Depresión. La falta de regulación del sector financiero y la crisis inmobiliaria podrían haber contribuido a esta crisis.
A finales de los 90, la Asociación Nacional Federal Hipotecaria (Federal National Mortgage Association o FMNA) amplió la accesibilidad a los préstamos hipotecarios para personas con poco crédito y fondos limitados a través de hipotecas de alto riesgo. Esto provocó un aumento de la concesión de hipotecas y de la venta de viviendas, atrayendo a nuevos prestatarios e inversores. Como resultado, tanto los consumidores como las empresas acumularon más deuda para financiar sus compras e inversiones durante la próspera economía.
En marzo de 2007, Bear Stearns, un banco de inversión, se enfrentó a pérdidas derivadas de hipotecas de alto riesgo no garantizadas, lo que señaló el inminente colapso del mercado bursátil. Aunque el mercado siguió subiendo hasta octubre de 2007, los principales índices bursátiles ya habían perdido casi el 20% de su valor en septiembre de 2008. Estas pérdidas se prolongaron hasta el 6 de marzo de 2009, cuando el Promedio Industrial Dow Jones alcanzó su punto más bajo, desplomándose un 54%. (Fuente: The Motley Fool)
Colapso de COVID-19 (2020):
Más recientemente, el colapso de la pandemia COVID-19 también influyó en las economías mundiales. El mundo se vio sorprendido por la aparición de un nuevo virus que no sólo infectó a muchas personas, sino que también provocó cierres patronales e incertidumbre económica.
En febrero de 2020, el Dow Jones y el S&P 500 cayeron un 11% y un 12% respectivamente, marcando las mayores caídas semanales desde la crisis financiera de 2008. El 12 de marzo, el Dow sufrió su mayor caída en un día desde el Lunes Negro de 1987, tras lo cual también cayó un 12,9% el 16 de marzo.
No obstante, a diferencia de anteriores desplomes de los que se tardó mucho tiempo en recuperarse, el mercado bursátil volvió rápidamente a su máximo anterior a la pandemia en mayo de 2020.
Trumponomics (crash bursátil 2025):
En 2025, las renovadas amenazas arancelarias y los cambios en la política comercial bajo el regreso de Donald Trump al Despacho Oval agitaron la volatilidad económica y de los mercados en todo el mundo. Tras las promesas de campaña de imponer aranceles más elevados a los principales socios comerciales -incluidos China, México y los aliados europeos-, la confianza de los inversores se vio sacudida por el temor a un aumento de los costes de importación, interrupciones en la cadena de suministro y medidas de represalia. Los mercados bursátiles reaccionaron con fuertes oscilaciones intradía, sobre todo en sectores dependientes del comercio mundial, como el automovilístico, el tecnológico y el agrícola. La incertidumbre en torno a las negociaciones comerciales y la posibilidad de que se produjeran repercusiones económicas de mayor alcance aumentaron el nerviosismo de los mercados, y las caídas de los principales índices de Wall Street en un solo día alcanzaron niveles nunca vistos desde la pandemia de gripe porcina.
Efectos de las caídas bursátiles
Los desplomes bursátiles pueden provocar condiciones económicas como recesiones, ventas frenéticas, cambios en la confianza del mercado, mercados bajistas, menores ingresos para las empresas e incluso despidos. Pueden materializarse reducciones del gasto de los consumidores, quiebras, problemas de liquidez y quiebras bancarias.
Respuestas a los desplomes bursátiles
En respuesta a los desplomes bursátiles, los gobiernos y los bancos centrales pueden emprender determinadas políticas monetarias o fiscales para hacer frente a los obstáculos económicos provocados por el desplome. Esto puede hacerse mediante la imposición de nuevas regulaciones, la modificación de los tipos de interés y el aumento de los fondos. Tomemos, por ejemplo, el más reciente desplome del mercado, que fue el de COVID-19. Este desplome no duró tanto como sus predecesores debido a que la Reserva Federal redujo los tipos de interés, el gobierno estadounidense inyectó 1,5 billones de dólares en los mercados monetarios y el Congreso proporcionó un paquete de ayuda de 2,2 billones de dólares.
Conclusión
Los desplomes bursátiles, aunque a menudo imprevisibles, son acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias de gran alcance en la economía mundial. Aunque en el pasado se debieron a diversos factores, como burbujas especulativas, apalancamiento excesivo o fallos financieros sistémicos, sus efectos siguen siendo similares y a menudo desencadenan dificultades económicas generalizadas. Los gobiernos y los bancos centrales suelen intervenir para mitigar los daños, pero la recuperación puede llevar tiempo. Comprender las causas y las respuestas a estos desplomes es crucial tanto para los inversores como para los responsables políticos a la hora de prepararse y atravesar estos periodos turbulentos en el mercado.
Preguntas frecuentes:
1. ¿Qué es exactamente un desplome bursátil?
Un desplome bursátil es una caída repentina y significativa de las cotizaciones de una amplia gama de activos. Esto suele provocar ventas de pánico y puede perturbar la economía en general.
2. ¿Pueden predecirse los desplomes bursátiles?
Aunque algunos factores, como la sobrevaloración o los indicadores económicos, pueden sugerir un desplome inminente, los desplomes bursátiles suelen ser difíciles de predecir con certeza debido a su complejidad y a la multitud de factores que intervienen.
3. ¿Cómo afectan los desplomes bursátiles a la economía?
Los desplomes suelen provocar recesiones, aumento del desempleo, reducción del gasto de los consumidores, quiebras y volatilidad de los mercados, todo lo cual puede tener repercusiones económicas duraderas.
4. ¿Qué causó la crisis financiera de 2008?
La crisis de 2008 fue desencadenada principalmente por el colapso de la burbuja inmobiliaria, las malas prácticas de concesión de préstamos y la falta de regulación financiera, que en última instancia condujeron a impagos generalizados de hipotecas de alto riesgo y a una recesión económica mundial.
5. ¿En qué se diferenció el crac COVID-19 de los anteriores?
A diferencia de las crisis anteriores, que tardaron más en recuperarse, en la crisis COVID-19 el mercado se recuperó rápidamente en mayo de 2020, gracias a las rápidas intervenciones de los gobiernos y los bancos centrales, como recortes de los tipos de interés y paquetes de ayuda fiscal.
6. ¿Cómo pueden responder los gobiernos a un desplome bursátil?
Los gobiernos pueden aplicar políticas fiscales como paquetes de estímulo, modificar los tipos de interés o introducir normativas para estabilizar la economía y restablecer la confianza de los inversores.