Huelga portuaria en EE.UU: Posibles consecuencias económicas
En medio de la oleada de noticias económicas que afectarán a los mercados esta semana, una preocupación más inmediata podría estar ocupando las mentes de los operadores en Estados Unidos este martes 1 de octubre. Según los informes, podría ser inminente una huelga que afectaría a muchos de los principales puertos de la costa este del país:
¿Huelga laboral?
Las negociaciones entre la Asociación Internacional de Estibadores, el sindicato que agrupa a los estibadores de muchos de los principales puertos estadounidenses, y la Alianza Marítima de Estados Unidos, que representa a los propietarios de puertos comerciales, comenzaron hace más de un año y medio. Sin embargo, las conversaciones mantenidas desde febrero de 2023 no han conducido hasta ahora a que aparezca en el horizonte un acuerdo de seis años entre ambas partes.
El contrato actual, que establece las condiciones laborales y salariales, expira en breve y, salvo un avance inesperado, unos 25.000 estibadores de las costas este y del Golfo podrían abandonar sus puestos de trabajo, lo que perturbaría gravemente las operaciones portuarias.
El principal escollo para los estibadores parece ser la exigencia de salarios más altos y la adopción de medidas para proteger su profesión de la automatización. Si no se encuentra un modo de salvar las distancias en las negociaciones, algunos expertos estiman que la huelga portuaria podría causar pérdidas de hasta 5.000 millones de dólares al día. Dado que el comercio representa actualmente más de una cuarta parte de la economía estadounidense, frente al 16% durante la última huelga de este tipo en 1977, las consecuencias podrían ser importantes. El Presidente Biden podría incluso verse obligado a intervenir, en medio de una polémica temporada electoral, para que el motor económico estadounidense siga funcionando.
Posibles consecuencias económicas
Con la huelga a punto de interrumpir un elemento tan importante de la cadena de suministro económico del país, no es sorprendente para los expertos observadores del mercado que las repercusiones de la esperada acción de los trabajadores organizados puedan ser significativas.
La suspensión de la actividad portuaria regular podría afectar gravemente a varios sectores económicos, entre los que destacan el transporte marítimo y la logística. Los analistas predicen que las empresas de transporte aéreo como FedEx (FDX) y UPS (UPS) podrían beneficiarse, ya que las empresas buscan métodos de transporte alternativos. La cotización de C.H. Robinson (CHRW), el principal agente de carga, también subió casi un 2% el 30 de septiembre, posiblemente como reflejo del optimismo del mercado ante el aumento de la demanda de sus servicios durante la huelga.
Sin embargo, las industrias que dependen de las importaciones, como los fabricantes de automóviles, pueden sufrir interrupciones en la cadena de suministro, especialmente las que dependen de las importaciones europeas. Minoristas como Walmart (WMT) y Target (TGT), que dependen de entregas puntuales de mercancías, también podrían sufrir retrasos. A pesar de los posibles miles de millones en juego, algunos inversores mantienen un cauto optimismo de que la interrupción será temporal, instando a la cautela a medida que se desarrolla la situación.
Conclusión
En última instancia, solo el tiempo dirá, posiblemente muy pronto, cómo se desarrollará el punto muerto entre los trabajadores organizados y los propietarios de los puertos, y cómo reaccionarán los mercados de Estados Unidos y de ultramar. Comerciantes e inversores tendrán que estar atentos a la evolución de la situación.