La crisis de Ucrania afecta a las perspectivas del euro?
El euro cotiza en negativo en un contexto donde la guerra en Ucrania se recrudece, lo que plantea dudas sobre las perspectivas económicas de la Unión Europea a corto plazo. Los operadores pueden verse atraídos por el dólar estadounidense en detrimento de otras divisas ante la incertidumbre económica y geopolítica mundial.
El euro cae
Esta semana se ha intensificado el asalto aéreo ruso a las principales ciudades ucranianas, como Járkov y Kiev. En respuesta, las potencias occidentales, incluso los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, han aplicado una serie de severas sanciones a la Federación Rusa que han provocado la agitación económica en el país. La congelación de los activos del Banco de Rusia ha paralizado la capacidad de la autoridad monetaria central para apuntalar el valor del rublo utilizando las reservas de divisas, lo que ha mantenido cerrada la bolsa de Moscú a lo largo de esta semana. Sin embargo, la incertidumbre del mercado derivada de esta crisis en curso no se ha limitado al tipo de cambio del rublo; otro par de divisas clave se está viendo afectado.
Antes del comienzo de las hostilidades en el espacio postsoviético, muchos observadores del mercado habían postulado que la economía paneuropea estaba a punto de recuperarse del estancamiento de la pandemia del COVID-19. Las perspectivas pueden ser menos optimistas ahora que el espectro de los enfrentamientos militares a una escala nunca vista desde 1945 se extiende sobre el continente.
La semana pasada, el euro cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde junio de 2020. En el momento de escribir este artículo, el par EUR/USD (EURUSD) cotiza por debajo de los 1,11 dólares, una caída del 0,5% desde el martes y el valor más bajo del par de divisas desde mayo de 2020. Un factor importante para esta caída podría ser la preocupación de los inversores en torno a la posibilidad de interrupciones en el suministro de energía de Rusia a Europa.
¿Fuera de servicio en Europa?
Aunque las exportaciones de petróleo y Gas Natural hacia el oeste desde la Federación Rusa no han sido incluidas hasta ahora en el ámbito de las sanciones, el ánimo en los mercados energéticos parece ser incierto. La semana pasada, el gobierno alemán anunció la suspensión del gasoducto Nord Stream-2, de propiedad rusa, lo que ha obligado a su empresa de proyectos, con sede en Suiza, a declararse en quiebra.
Los efectos de las crecientes sanciones sobre el sector energético ruso podrían tener un efecto dominó lejos del oleoducto suspendido. Sólo en los dos últimos días, British Petroleum (BP-L) ha decidido desprenderse de sus participaciones en Rusia, y el gigante energético francés Total (TTE.PA) ha anunciado su intención de dejar de financiar nuevos proyectos en el país. En medio de la creciente presión de las empresas occidentales para que detengan las inversiones en la Federación Rusa, algunos observadores del mercado han planteado la posibilidad de que se imponga una prohibición de navegación a los barcos rusos, además del cierre del espacio aéreo a los aviones rusos anunciado el lunes. Esto, por supuesto, impediría el transporte de materias primas clave desde su punto de producción en Rusia hasta los Estados miembros de la UE.
Dado que el 40% del gas natural que se consume en la Unión Europea, y una cuarta parte de su Petróleo, proceden de Rusia, estos movimientos podrían afectar negativamente a la economía de los 27 países de la UE. Con el petróleo acercándose ya a los 110 dólares por barril en la mañana del miércoles, la posibilidad de que se produzcan nuevos saltos de precios inducidos por la escasez puede provocar que los inversores se alejen del euro. El índice del Dólar estadounidense (DX) subía casi un 0,4% en el momento de redactar este informe.
Todavía queda mucho por saber de la trayectoria a corto plazo de la dramática crisis ucraniana y sus efectos en las divisas de los distintos países. En un entorno de tan profunda incertidumbre, aún no está claro si el euro continuará su caída o volverá a subir.