La reunión de hoy del BCE: ¿Qué se puede esperar?
A medida que la inflación, la guerra en Ucrania y la pandemia siguen presionando a las economías de todo el mundo, los bancos centrales se ven obligados a luchar contra la asombrosa inflación mediante el aumento de los tipos de interés. El conflicto en Ucrania y la incertidumbre económica general pueden afectar a esta decisión, ya que los bancos centrales como el BCE podrían preferir esperar hasta que las circunstancias desaparezcan.
En este sentido, mientras que muchos bancos centrales como el Banco de Canadá, la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Inglaterra ya han tomado medidas para combatir la inflación mediante la subida de los tipos de interés, parece que el BCE aún no ha alcanzado el nivel de sus colegas. Además, si el BCE sube los tipos de interés, será por primera vez en más de una década. ¿Cuál es la causa de esta cautela y cómo afectará al mercado?
El BCE navega sin rumbo fijo
Si bien la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha descartado en el pasado las subidas de los tipos de interés, últimamente el enfoque de Lagarde ha cambiado y ya no parece negar la perspectiva de una subida de las tasas en 2022. No obstante, el tema de cuándo se producirá esta subida todavía no está claro.
Sin embargo, la probabilidad de que la cumbre de hoy de los bancos centrales pueda concluir con la primera subida de los tipos de interés en todo el continente desde 2011 parece aumentar. Las cifras recientes mostraron que la inflación en la Unión Europea aumentó en una tasa anualizada superior al 8,6% en junio. En consecuencia, fuentes anónimas conocedoras de la dinámica interna del Banco Central Europeo sostienen que los tipos de interés podrían subir hoy 50 puntos básicos, es decir, un 0,5%.
La guerra en Ucrania mantiene atadas las manos del BCE
A medida que la guerra en Ucrania sigue afectando a las mayores economías del mundo, la decisión del BCE de aumentar los tipos de interés resulta aún más difícil y complicada. Está claro que la guerra y las sanciones que trajo sobre la energía y las materias primas rusas no pueden considerarse en broma, ya que el 40% del gas natural de la Unión Europea procede de Rusia, una de las mayores reservas de Gas natural (GN) del mundo. Mientras los países de la eurozona buscan proveedores de energía alternativos, como EE.UU. o Qatar, la posibilidad de que se impongan más sanciones a Rusia y la controversia sobre el próximo movimiento de Putin pueden seguir aumentando los precios del gas en Europa.
En consecuencia, según las valoraciones de algunos economistas, dado que la eurozona parece ser el epicentro del conflicto de Rusia y Ucrania, el BCE debería tomarse su tiempo para analizar los datos y subir los tipos de interés. Por otro lado, algunos analistas consideran que un enfoque tan cauteloso es peligroso para la economía, ya que puede llegar a ser "demasiado tarde" para combatir una posible e inevitable barrena inflacionaria. Por ejemplo, en caso de que los suministros energéticos rusos a Europa se reduzcan a la mitad, algunos esperan que la inflación se dispare por encima del 9%, lo que podría acabar provocando una recesión.
Para complicar las cosas, la guerra en Ucrania también ha provocado un aumento de los precios de las materias primas, ya que ha llevado a la interrupción de la cadena de suministro de trigo y cebada, que se exportan en gran medida desde Rusia y Ucrania a varios países.
¿Cuáles son las opciones?
Si bien es probable que el conflicto en el espacio postsoviético ya esté pesando en la mente de los responsables de la política del BCE, otros acontecimientos recientes también pueden estar creando el impulso para un endurecimiento monetario. Italia, uno de los principales países de la eurozona, ha entrado recientemente en lo que algunos denominan "crisis política".
Con la ya pesada carga de la deuda italiana, algunos analistas plantean que el BCE podría actuar para introducir un acuerdo de alivio en toda la Unión con el fin de aliviar el efecto de los mayores costes de endeudamiento en Italia y otros estados de la UE. Lagarde y sus colegas no sólo deben caminar por la cuerda floja entre la contención de la inflación y la posibilidad de desencadenar una espiral recesiva, sino que también deben sopesar los efectos del aumento de los tipos de interés en la capacidad de algunos países para pagar el servicio de su deuda soberana.
A pesar de estas consideraciones, el dinero inteligente apuesta por que el Banco Central Europeo se adelante con una fuerte subida de tipos hoy. El par de divisas EUR/USD ha alcanzado recientemente la igualdad por primera vez en veinte años, lo que tal vez indique una mayor confianza de los inversores en la política monetaria estadounidense en relación con la instituida en el Viejo Continente.
En medio de toda esta agitación en Europa y en el extranjero, lo único que parece claro para la mayoría es que el endurecimiento monetario pronto enviará ondas desde Frankfurt. Sin embargo, está por ver la rapidez con la que se producirá este movimiento hacia el lado más duro del espectro político.