El ánimo de los mercados retrocede desde Nueva York hasta Tokio
Los principales índices de todo el mundo sufrieron un fuerte golpe al final de la semana pasada. Tal vez debido a un nuevo aumento de la inflación revelado por los últimos datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., el pesimismo desciende a los mercados, y es difícil saber cuándo se disipará este sentimiento de aversión al riesgo.

La inflación ataca de nuevo
En los últimos meses, el tema de la inflación ocupa la atención de quienes siguen la evolución de la economía de Estados Unidos. A medida que la mayor economía del mundo salía del letargo inducido por las infecciones del COVID-19 y los subsiguientes cierres generalizados, los precios de una serie de bienes de consumo comenzaron a subir.
El conjunto de posibles causas que han provocado el aumento de la inflación ha resultado difícil tanto de desentrañar como de frenar. El conflicto en curso entre la Federación Rusa y Ucrania, que ya ha entrado en su tercer mes, ha disparado los precios de materias primas clave como el Petróleo (CL) y el Gas Natural (GN), al tiempo que los embargos occidentales y la preocupación por las posibles interrupciones en el suministrohan pasado a primer plano. Además, los continuos problemas en las líneas de suministro han aumentado los costes de diversos insumos para los productores, cuya carga económica se traslada en parte al consumidor.
Los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicados el pasado viernes no aliviaron mucho a quienes esperaban una relajación de la presión de los precios. Según los datos de mayo de la Oficina de Estadísticas Laborales, la inflación en Estados Unidos alcanzó una tasa anualizada del 8,6% el mes pasado. Esta cifra está en consonancia con la tendencia observada en los últimos meses de las subidas de precios más rápidas vistas en Estados Unidos desde la época de la estanflación de principios de los años 80.
Sin embargo, estas no fueron todas las malas noticias publicadas en el último día de negociación de la semana pasada; aparentemente, el sentimiento del consumidor entre los ciudadanos estadounidenses también ha alcanzado un mínimo histórico. De estas últimas cifras se deduce que el residente medio de Estados Unidos no se siente especialmente satisfecho con la dirección actual de la economía del país.
Inquietud en Wall Street
Tras la publicación de estos datos bastante negativos, los operadores de Wall Street iniciaron un amplio repliegue. A lo largo de la jornada del viernes, tres de los índices más importantes de Nueva York registraron caídas significativas.
Al final del día, el S&P 500 ( EE.UU. 500) había perdido un 2,9% de su valor. El Nasdaq (US-TECH 100) y el Dow Jones Industrial Index ( EE.UU. 30) tampoco se libraron de los inversores el viernes, con caídas del 3,5% y el 2,7% respectivamente. En conjunto, estos principales índices registraron sus peores resultados semanales desde el final de enero de este año.
Según muchos expertos del mercado, en estos momentos es evidente un ambiente de incertidumbre y evitación del riesgo en las bolsas. No se esperaba que la inflación siguiera subiendo a un ritmo tan constante en mayo, después de que el Comité Federal de Mercados Abiertos instituyera subidas rápidas de los tipos de interés desde marzo; la sorpresa del IPC del viernes pasado puede llevar a muchos a preguntarse si se prevé una posible estabilidad de los precios en el horizonte.
La incertidumbre se extiende por el Pacífico
Los efectos de las dificultades económicas de Estados Unidos no se limitan a las costas norteamericanas. Dado que la economía estadounidense representa más de una quinta parte del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, las tendencias negativas se extienden rápidamente desde Estados Unidos hacia otros países.
Este fenómeno se puede observar claramente en los índices asiáticos esta mañana. En Tokio, el Nikkei 225 (Japón 225) cerró con un descenso del 3%, mientras que en Hong Kong el índice Hang Seng (Hong Kong 50) cayó más de un 3,4%. Muchos expertos del mercado afirman que esta última caída de los valores asiáticos puede atribuirse directamente a las elevadas cifras de inflación y a la escasa confianza de los consumidores reveladas el viernes en Estados Unidos.
De cara al futuro, no se sabe si la Reserva Federal, el banco central estadounidense, logrará frenar la inflación a corto plazo. Las expectativas de consenso son que la reunión del FOMC de esta semana, que se celebrará el martes y el miércoles, concluirá con el anuncio de otra subida de 0,5 puntos básicos del tipo de interés en la siguiente conferencia entre los medios de comunicación. No obstante, teniendo en cuenta que el aumento de los precios sigue siendo un proceso de subida, falta comprobar si el giro de la Fed hacia la política monetaria puede devolver la estabilidad a los mercados y evitar una nueva caída de los índices como la que se ha producido en todo el mundo en las últimas sesiones bursátiles.