Caminos divergentes: La Fed se mantiene firme mientras el BoE estudia recortes
En este mes de enero, en el que los bancos centrales son los protagonistas, los inversores están pendientes de cada palabra. La Reserva Federal acaba de mantener estables los tipos de interés el 29 de enero, manteniendo intacta la horquilla del 4,25%-4,5%, mientras que al otro lado del charco, el Banco de Inglaterra (BoE) se prepara para recortar los tipos la próxima semana. Con la inflación, el empleo y el crecimiento económico empujando a los responsables políticos en distintas direcciones, la gran pregunta es: ¿hacia dónde pueden ir los principales índices a partir de ahora?

La Reserva Federal resiste, pero ¿hasta cuándo?
Tal y como están las cosas, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) está actuando con calma. Tras tres recortes consecutivos desde septiembre de 2024, el banco central está pulsando el botón de pausa. La inflación sigue rondando por encima del 2% y el mercado laboral se está fortaleciendo, lo que deja a los responsables políticos con pocas razones para precipitarse a una mayor flexibilización.
El último comunicado de la Fed abandonó su anterior optimismo sobre el progreso de la inflación, señalando un tono más cauteloso. El presidente Jerome Powell redobló la apuesta en su conferencia de prensa, afirmando que la Fed no tiene prisa por realizar ningún ajuste. Esto significa que la principal institución de política monetaria de los Estados Unidos está observando y esperando: si la inflación se enfría o el empleo se debilita, podrían producirse recortes. Pero por ahora, se mantiene firme.
Mientras tanto, Donald Trump está de vuelta en la Casa Blanca y haciendo ruido acerca de querer tasas de interés más bajas de inmediato. Powell lo dejó claro: Hasta ahora no ha habido ningún contacto directo entre la Fed y el nuevo-viejo presidente. El banco central sigue siendo independiente, y no va a ceder a la presión política a corto plazo.
Los mercados apuntan a junio como el mes en el que podría producirse el primer recorte de tipos, pero por lo que dijo Powell, los operadores no deberían sentirse demasiado apresurado al leer las hojas de té.
Las reacciones de Wall Street: Reacciones mixtas
Los inversores ya habían descontado la decisión de la Reserva Federal, pero eso no impidió una ligera caída en Wall Street el miércoles. El S&P 500 bajó casi un 0,5%, el Dow Jones (EE.UU. 30) perdió un 0,3% de su valor de apertura y el Nasdaq cedió un 0,2%.
Pero no todas las acciones se han visto afectadas por igual. Nvidia (NVDA) se vio afectada, con una caída del 3,5%, debido a que los inversores en inteligencia artificial reevaluaron el futuro del sector. Mientras tanto, Starbucks (SBUX) fue la estrella del espectáculo, superando el 8% para el día después de una fuerte llamada de ganancias, y T-Mobile (TMUS) subió un 6,3% después de superar las expectativas de Wall Street.
A pesar de la tibia reacción mencionada, los analistas mantienen las cosas en perspectiva. Según algunos, la firmeza de la Reserva Federal es un signo de fortaleza: una economía fuerte se traduce en unos beneficios empresariales saludables a largo plazo. (Fuente: The Associated Press)
El Banco de Inglaterra: ¿Conseguirá pasar el corte?
Mientras la Reserva Federal permanece inmóvil, el Banco de Inglaterra cambia de marcha. Se espera que el Banco de Inglaterra recorte los tipos al 4,5% desde el 4,75% el 6 de febrero, con una probabilidad de casi el 90%. A diferencia de Estados Unidos, la economía británica está estancada en una segunda velocidad: el crecimiento se ha estancado y los indicadores de inflación emiten señales contradictorias.
El Comité de Política Monetaria (CPM) está dividido: seis de sus miembros votaron a favor de mantener los tipos de interés en diciembre, mientras que tres ya abogaban por recortarlos. El factor decisivo fue probablemente el presupuesto de octubre del Gobierno británico, que introdujo una importante subida del impuesto sobre las nóminas, que entrará en vigor en abril. Si las empresas empiezan a sentir la presión, el Banco de Inglaterra podría tener que recortar los tipos más rápido de lo que los mercados prevén en el momento de escribir estas líneas para evitar una ralentización.
Parece que los operadores a largo plazo ya se han dado cuenta, y ahora prevén tres recortes de tipos de un cuarto de punto este año, frente a los dos de principios de enero. El Banco Central Europeo (BCE) ya ha tomado la delantera, recortando los tipos cuatro veces desde mediados de 2024, y es probable que esta semana se produzca otro recorte. El Banco de Inglaterra no querrá quedarse atrás.
En pocas palabras, un Banco de Inglaterra pesimista podría hacer bajar la libra, pero también podría suponer un alivio muy necesario para las empresas y los inversores.
Una historia de dos bancos centrales
La Reserva Federal se mantiene firme, el Banco de Inglaterra está listo para recortar, y los inversores pueden estar jugando al juego de la espera por ahora a ambos lados del Atlántico. Con una inflación que se enfría a distintas velocidades y economías que afrontan retos únicos, la divergencia en la política monetaria está reconfigurando los mercados mundiales.
Por el momento, Wall Street se mantiene cautelosamente optimista mientras los mercados británicos se preparan para el impacto. Independientemente de que los recortes de tipos se produzcan antes o después, una cosa es segura: los bancos centrales siguen llevando la voz cantante.*
*Los resultados pasados pueden no ser indicativos de resultados futuros.