El optimismo ante las medidas de estímulo en China se torna cauteloso
El índice chino CSI 300 y el Shanghai Composite se dispararon el martes 8 de octubre más de un 10% y alcanzaron sus niveles más altos desde julio de 2022 y diciembre de 2021, respectivamente. Estos movimientos sustanciales durante las primeras operaciones se vieron impulsados por el optimismo en torno a los planes de estímulo de China para apoyar la economía cuando los mercados chinos reabrieron tras una pausa prolongada por la «semana dorada» de la Fiesta Nacional. Sin embargo, la mayoría de las ganancias del mercado bursátil se borraron cuando el presidente del planificador económico de China, Zheng Shanjie, ofreció pocos detalles sobre los pormenores de las medidas de estímulo previstas.
El índice Hang Seng (Hong Kong 50) experimentó una caída del 7,6% a la vuelta de las bolsas continentales, después de que la conferencia de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) no ofreciera detalles sobre el estímulo: la falta de nuevos estímulos fiscales detallados provocó la recogida de beneficios por parte de los inversores, que habían anticipado medidas más agresivas. Las empresas mineras Rio Tinto (RIO-L) y BHP (BHP.CHA), junto con los valores de lujo LVMH (MC.PA), Kering (KER.PA), Burberry (BRBY-L) y Hermes (RMS.PA) también bajaron, al desvanecerse el optimismo sobre la demanda china de cobre y productos de lujo.
Tras el anuncio de los responsables de la planificación económica de China, el índice compuesto de Shanghai subió alrededor de un 3% a primera hora de la tarde, mientras que el Hang Seng de Hong Kong bajó más de un 7%. Sin embargo, se mantiene el impulso alcista en los índices asiáticos, incluido el índice A50 (CN) de China.
China podría seguir aplicando medidas de estímulo
Zheng Shanjie anunció el martes que China destinaría 200.000 millones de yuanes (unos 28.000 millones de dólares) a proyectos de gasto e inversión antes de finales de año para apoyar el crecimiento económico regional. Además, se adelantaría a finales de mes, antes de lo previsto, un plan de inversión de 100.000 millones de yuanes para el año siguiente, con cargo al presupuesto de 2025. Sin embargo, aunque estas medidas muestran el compromiso del Gobierno de apoyar el crecimiento económico, se percibieron como extensiones de las políticas existentes más que como nuevos y agresivos esfuerzos de estímulo fiscal.
En lo que va de año, el gobierno chino ha destinado 3,12 billones de yuanes (unos 441.000 millones de dólares) a deuda especial para la construcción de proyectos, con lo que a finales de septiembre quedaban unos 290.000 millones de yuanes. No obstante, el planificador económico afirmó que las nuevas medidas, aunque carentes de agresividad fiscal, se centrarán en la demanda interna y en los mercados inmobiliario y de capitales.
El Gobierno chino ha venido aplicando una serie de medidas para impulsar la economía, entre ellas el apoyo al sector inmobiliario, afectado por la crisis, medidas para reforzar el mercado bursátil, ayudas en metálico a los más desfavorecidos y un mayor gasto público. Sin embargo, puede que no sean suficientes para resolver los problemas estructurales más profundos de la economía.
El 24 de septiembre, China anunció un paquete de medidas de estímulo largamente esperado que provocó una notable subida de las bolsas nacionales, impulsadas por la reducción de los tipos de interés de los préstamos a un año y la relajación de las condiciones hipotecarias por parte del Banco Popular de China (PBOC).
Expectativas fiscales intactas
Algunos analistas señalaron que sin un estímulo fiscal con «contenido real y detalles», el repunte de las acciones chinas podría verse amenazado, ya que los inversores adoptan un enfoque de «esperar y ver» en busca de medidas fiscales más concretas y sustanciales.
Curiosamente, Ding Shuang, economista jefe para la Gran China y el Norte de Asia del Standard Chartered Bank, señaló que el anuncio procedía del NDRC y no del Ministerio de Finanzas chino. Espera que el Ministerio anuncie medidas fiscales a finales de octubre.
De hecho, algunos analistas sugieren que, aunque la reacción inmediata del martes fue de decepción, la postura política favorable al crecimiento del Gobierno chino se mantiene inalterada y existe la posibilidad de un apoyo fiscal adicional en el futuro.
El PIB chino, clave para las perspectivas
A pesar de que el CNDR no anunció grandes planes de estímulo, China sigue confiando en su capacidad para alcanzar su objetivo de crecimiento económico para todo el año. Zheng reconoció las dificultades para alcanzar el objetivo de crecimiento anual del país del 5%, pero afirmó que China se centraría en reforzar las políticas macroeconómicas para mejorar un sector manufacturero en contracción, tras la falta de crecimiento del PIB en junio.
La economía china ha tenido que hacer frente a la caída del mercado inmobiliario, el descenso de los precios y otros problemas que han ralentizado el crecimiento económico, por lo que persiste la preocupación de que el país no alcance su objetivo de crecimiento anual del 5%. Sin embargo, esta presión puede instar a los responsables políticos a introducir reformas económicas más eficaces.
En palabras de los economistas del HSBC Jing Liu y Erin Xin, el NDRC «no estaba en condiciones de anunciar el paquete de estímulo completo» y se requiere «más paciencia».
Conclusión
El optimismo inicial ante la posibilidad de un estímulo agresivo alimentó una fuerte subida de los índices chinos, pero se desvaneció rápidamente ante la falta de detalles que decepcionó a los inversores. Aunque algunos anuncios indicaron el compromiso del Gobierno de apoyar el crecimiento, se percibieron como una ampliación de los esfuerzos existentes, lo que anuló las ganancias anteriores.
A pesar de la falta de anuncios de estímulos agresivos, la postura favorable al crecimiento del Gobierno chino se mantiene inalterada, lo que podría dejar margen para intervenciones fiscales a finales de octubre. Sin embargo, dado que el país pretende alcanzar su objetivo de crecimiento anual del 5% a pesar de los vientos en contra, los participantes en el mercado podrían adoptar un enfoque de «esperar y ver» hasta que el Ministerio de Finanzas chino haga nuevos anuncios.