Alibaba recomprará 25.000 millones de dólares en acciones
El martes 22 de marzo, el gigante tecnológico chino Alibaba (BABA) desveló los últimos pasos de sus planes de recompra masiva de acciones. Por segunda vez en los últimos doce meses, el pionero del comercio electrónico aumentará el total destinado a la recompra de acciones, esta vez de 15.000 millones de dólares a 25.000 millones. ¿Qué puede haber detrás de este movimiento?
El reglamento retira la alfombra mágica
La última estrategia financiera de Alibaba llega tras un año difícil para el líder del sector. En un entorno de aversión al riesgo influido por las crecientes medidas de represión de la industria tecnológica por parte del Partido Comunista Chino, la empresa ha perdido el 56% de su valor en acciones en el último año.
Pekín comenzó a restringir el comportamiento supuestamente "monopolístico" de las mayores empresas tecnológicas del país, como JD.com (JD) y Tencent (TME), a finales de 2020. Los operadores pueden haberse asustado por las crecientes señales de que un endurecimiento de la normativa estaba en camino, y las acciones de Alibaba cayeron casi un 12% en el transcurso de ese mes de diciembre.
En ese momento, Alibaba ya estaba en camino de recomprar 10.000 millones de dólares de sus propias acciones, pero este plan de compensación a los inversores no logró detener las ventas progresivas. Incluso con la aprobación por parte del consejo de administración de la firma de una ampliación del programa de recompra hasta los 15.000 millones de dólares en agosto de 2021, los operadores siguieron rehuyendo las acciones de Alibaba. En el último año, este pionero del comercio online ha perdido la impresionante cifra de 470.000 millones de dólares en valor; el lunes, la firma abrió la semana bursátil con una pérdida del 4%.
El PCCh cambia de rumbo
A pesar de su postura anterior, es posible que se produzca un cambio radical en la actitud del Partido Comunista Chino (PCCh) hacia las mayores empresas nacionales. El miércoles pasado, tras una reunión sobre estabilidad financiera presidida por el viceprimer ministro Liu He, una declaración publicada en los medios de comunicación estatales chinos subrayó que las máximas autoridades del país no dificultarían la cotización de las empresas nacionales en los índices extranjeros. Además, se reveló que el gobierno chino y el de Estados Unidos habían llevado a cabo negociaciones para evitar una exclusión masiva de empresas chinas de los índices con sede en Estados Unidos.
Muchos analistas han llegado a la conclusión de que, dados los importantes vientos en contra macroeconómicos a los que se enfrenta la nación más poblada del mundo, las autoridades reguladoras han dejado de centrarse en la aplicación de normativas más estrictas en el sector de Internet para apoyar el crecimiento económico nacional.
Por lo tanto, puede que no sorprenda a quienes han seguido los altibajos del sector tecnológico chino en los últimos dos años que Alibaba haya elegido el momento actual para ampliar su programa de recompra de acciones. Según el comunicado emitido por la compañía el martes, Alibaba planea haber recomprado un total de 25.000 millones de dólares en acciones para marzo de 2024. Esta ampliación podría reflejar un mayor optimismo a corto plazo por parte de la dirección de la empresa. El director financiero de Alibaba, Toby Xu, subrayó este punto, diciendo que "el aumento de la recompra de acciones subraya nuestra confianza en el potencial de crecimiento sostenible a largo plazo de Alibaba y la creación de valor" el martes.
Aunque las recompras de acciones, como la que puso en marcha Amazon (AMZN) en enero, no son inéditas en Estados Unidos, hasta hace poco eran poco comunes en China. El hecho de que una de las mayores empresas de China haya adoptado una nueva estrategia financiera desde el extranjero puede resultar parte de un cambio más amplio en el sector de Internet, ya que las empresas electrónicas se enfrentan a una regulación máxima y a un ritmo de crecimiento económico más lento.
Está por ver si las optimistas predicciones de Alibaba sobre su futuro resultan correctas. Mucho depende de que el Partido Comunista Chino se aleje efectivamente de una regulación cada vez más estricta, así como de la trayectoria de la economía mundial en su conjunto.