El repunte de la inflación en el Reino Unido aumenta la presión sobre el BoE
El comité de política monetaria (CPM) del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) se reunirá mañana, jueves 23 de marzo, y se espera que suba los tipos de interés en un cuarto de percentil, hasta el 4,25%. Los analistas especulan con la posibilidad de que el banco central ignore el caos en torno a la compra de Credit Suisse por UBS y dé prioridad a la lucha contra el aumento de la inflación.
De hecho, se espera que el banco recurra a medidas selectivas para hacer frente a los riesgos para la estabilidad financiera, similares a las aplicadas en septiembre de 2022 durante la crisis de los "minipresupuestos". Esto permitirá al Comité de Política Monetaria utilizar medidas más tradicionales, como los tipos de interés, para combatir la inflación. Dado que la ONE (Oficinas Nacionales de Estadística) ha informado hoy por sorpresa de un aumento de la inflación, se ha intensificado la presión sobre el Banco de Inglaterra para que suba los tipos en su reunión de mañana.

El precio de los alimentos en el Reino Unido alcanza su nivel más alto en 45 años
La variación del IPC británico se situó en el 10,4%, lo que sorprendió a los mercados, ya que superó con creces el 9,9% previsto e incluso el 10,1% del mes anterior. La inflación mensual se situó en el 1,1%, superando las expectativas de un aumento de sólo el 0,6%. El dato supuso una ruptura con los tres meses consecutivos de ralentización del crecimiento de la inflación, tras alcanzar en octubre su nivel más alto en 41 años.
La ONE señaló que los factores que más contribuyeron al aumento del IPC de febrero fueron los alimentos, el vestido y los servicios de alimentación. Los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas aumentaron a un ritmo anual del 18,2%, el nivel más alto registrado en 45 años, pero se vio compensado en cierta medida por la caída de los precios de los carburantes. La ONE también señaló que la "crisis de las ensaladas", que ha provocado una escasez de tomates, pimientos y pepinos, fue la fuerza impulsora del aumento del coste de los alimentos frescos. (Fuente:CNBC)
¿Cambio de expectativas?
Hasta ayer, martes 21 de marzo, los analistas estaban convencidos de que la subida de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra estaba muy reñida, ya que los mercados daban un 56% de probabilidades a una subida de 25 puntos básicos, mientras que el resto no esperaba ningún cambio. Hasta el martes, los datos habían sido dispares, con un comportamiento de la economía mejor de lo esperado y un mercado laboral fuerte. Por otra parte, los analistas señalaron la necesidad de abordar las frágiles condiciones de los mercados financieros, lo que llevó a sugerir la posibilidad de una única subida más de 25 puntos básicos, lo que podría apoyar a la libra esterlina (GBPUSD).
Los últimos datos sobre la inflación impulsaron al cable, ya que los operadores lo consideraron un indicio de que el Banco de Inglaterra subiría los tipos. Tras la publicación del IPC, los operadores apuestan por una subida de tipos de un cuarto de punto por parte del BoE el jueves 23 de marzo. Pero el BoE sigue de cerca el IPC subyacente, que excluye el impacto de los alimentos y la energía, y no la inflación general. Sin embargo, la medida subyacente también subió muy por encima de las expectativas, hasta el 6,2%, frente al 5,7% previsto y el 5,8% registrado el mes anterior.
El trasfondo contra las subidas
La inquietud en torno a la estabilidad del sistema bancario mundial ha sacudido recientemente los mercados. Como consecuencia, se espera que varios bancos centrales aborden el manejo de la economía en una serie de comparecencias tras las decisiones sobre tipos de esta semana, entre ellos los miembros del BoE.
De hecho, a principios de semana se anunció que el BoE se unía a la Fed, el BCE, el SNB, el BOC y el BOJ en la adopción de medidas coordinadas para aumentar la liquidez en los mercados internacionales y apoyar a los bancos mediante el incremento de las líneas swap en dólares. Se consideró que la medida aportaba cierta calma a los mercados, reduciendo la tensión en la oferta de crédito.
Mientras tanto, algunos analistas señalaron que los bancos centrales podrían inquietar a los inversores si dejan los tipos sin cambios, ya que ello sugeriría que son conscientes de riesgos subyacentes para el sistema financiero que los participantes en el mercado desconocen.
Como si el Banco de Inglaterra no tuviera suficiente con lo que lidiar antes de la próxima reunión del Comité de Política Monetaria de mañana, el DUP (Partido Unionista Democrático) anunció que votaría en contra del marco de Windsor del acuerdo del Brexit, enviando a la libra un 0,6% a la baja el martes. El líder del DUP, Jeffrey Donaldson, dijo en un comunicado que el acuerdo no resuelve los problemas fundamentales, y que hay áreas clave de preocupación. Se considera que la decisión envalentonará al Grupo de Investigación Europea de diputados, que votará en contra de la propuesta del Gobierno. Sin embargo, el apoyo de los laboristas podría garantizar la aprobación de la moción que revisa el Protocolo de Irlanda del Norte.
Conclusión
Los mercados aumentaron las expectativas de que el Banco de Inglaterra subiera los tipos 25 puntos básicos en su reunión de mañana jueves. La libra subió en respuesta, ya que los últimos datos de inflación del Reino Unido mostraron que el aumento de los precios se había acelerado muy por encima de las expectativas y de la lectura del mes anterior, en el 10,4%. Sin embargo, los operadores tendrán que estar muy atentos a la próxima decisión de tipos de mañana para ver cómo la última escalada bancaria puede haber afectado a la decisión del BoE, si es que lo ha hecho.