El peor día de los índices estadounidenses en dos semanas
Mientras la economía mundial se ve envuelta en una devastadora agitación económica, no es de extrañar que algunos de los principales índices de Wall Street se hayan visto fuertemente afectados. El martes de la semana pasada, algunos operadores se sintieron optimistas debido a la tendencia alcista que experimentaron ese día el S&P 500 ( EE.UU. 500), el Dow Jones Industrial Average (EE.UU. 30) y el Nasdaq (EE.UU. 100), ya que subieron un 2,4%, un 2,1% y un 2,5% respectivamente. Por desgracia, este entusiasmo no resistió la volatilidad del mercado. Ayer, los mismos índices principales de EE.UU. empeoraron. ¿Cuál podría ser el factor que se esconde detrás de este triste cambio de rumbo?

El peor día en dos semanas en Wall Street
Tras las fuertes subidas de la semana pasada y la apertura de la jornada de ayer en verde, los índices estadounidenses se desplomaron durante la jornada. El Nasdaq, de gran peso tecnológico, cayó un 3,08%, mientras que el S&P 500 perdió un 2,01% y el DJIA un 1,56%. Aunque algunos observadores del mercado y operadores optimistas podrían haberse sorprendido por este giro de los acontecimientos, muchos analistas del mercado han señalado que esta tendencia bajista ha sido lo habitual desde hace unas semanas.
No hay forma de escapar a la inflación
Mientras la inflación sigue afectando a la economía mundial en general, y a la estadounidense en particular, los analistas parecen creer que muchos inversores podrían estar subestimando el riesgo de una posible recesión. Para luchar contra la creciente inflación y la posible estanflación, los bancos centrales, como la Reserva Federal de EE.UU., han tenido que tomar medidas por su cuenta y subir los tipos de interés. El 15 de junio, la Reserva Federal anunció que subiría las tasas de interés para contrarrestar la inflación en un 0,75%, lo que supone la tasa más alta en casi 30 años.
Así que, aunque el optimismo pudo prevalecer durante un breve periodo de tiempo, la incertidumbre económica general, acompañada del temor a una posible recesión, pudo provocar la caída del valor de los índices mencionados y de los valores que los componen. Este enfoque pesimista se reflejó en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de junio, administrado por el Conference Board y que mide el enfoque de los consumidores hacia los mercados financieros. Así, el ICC perdió 4,5 puntos respecto a los 103,2 de mayo, situándose en 98,7 y alcanzando su nivel más bajo desde febrero de 2021 y marcando un mínimo de 16 meses. Uno de los directores del Conference Board llegó a señalar que, aunque la actividad económica podría seguir siendo positiva, el sentimiento general de los consumidores y la situación financiera podrían estar apuntando a una depreciación.
Las acciones del sector tecnológico también caen
No es de extrañar que algunos de los valores que componen los índices de Wall Street también parezcan estar luchando por mantener la volatilidad causada por las turbulencias económicas, la guerra de Ucrania y la inflación. Así, algunos grandes valores tecnológicos estadounidenses como NVIDIA (NVDA), Intel (INTC) y Microsoft (MSFT) perdieron ayer un 5,2%, un 2,2% y un 3,2% respectivamente. Estas pérdidas se producen en un contexto de desaceleración generalizada de las grandes tecnológicas y de despidos agravados por la inflación y la subida de los tipos de interés, ya que los inversores tienden a alejarse del sector tecnológico en tiempos de incertidumbre y buscan refugio en activos seguros como las empresas de biotecnología, servicios públicos y alimentación.
¿Qué sigue para el mercado?
Mientras que el panorama general del mercado parece ser oscuro y desalentador, ya que la guerra en Ucrania, la incertidumbre económica y las renovadas restricciones del COVID sobre algunos lugares del mundo, como China, siguen penetrando en los mercados, algunos analistas creen que una recesión podría estar en camino, al tiempo que otros afirman que algunos índices no caerán más bruscamente a corto plazo. No obstante, lo que realmente depara el futuro a los mercados sigue siendo impreciso.