¿Podría el petróleo volver a alcanzar los 100 dólares por barril?
Con la invasión rusa de Ucrania todavía en pleno vigor, atrayendo la condena internacional, muchos operadores pueden estar preguntándose qué significa este último desarrollo en los asuntos internacionales para el mercado del petróleo (CL). Tanto el precio del crudo como el del petróleo Brent (EB), de referencia internacional, subieron el domingo en respuesta a los cambios en el mercado internacional, dirigiéndose potencialmente hacia los tres dígitos.

Continúan los combates en Ucrania
Desde el lunes por la mañana, continúan las batallas por el control de Ucrania. Mientras que el ejército ruso ha realizado importantes incursiones desde el sur, el este y el norte del país, hasta ahora parece que los militares ucranianos han conseguido retener el control de la capital, Kiev.
Aunque el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se dispone a enviar hoy una delegación en su nombre para negociar con Rusia en el país vecino, Bielorrusia, parece dudoso que las conversaciones sean productivas. Mientras tanto, las naciones democráticas occidentales han coordinado una serie de sanciones económicas destinadas a ejercer presión sobre la Federación Rusa.
Además de cerrar el espacio aéreo europeo a los aviones rusos, la administración Biden y la Unión Europea han tomado medidas para excluir a los bancos con sede en Rusia del sistema de mensajería interbancaria conocido como SWIFT. Esta medida podría obstaculizar gravemente la capacidad del sector financiero ruso para llevar a cabo el comercio internacional. En respuesta a estas decisiones de los países occidentales, el presidente ruso Vladimir Putin ha puesto las fuerzas nucleares de su país en "alerta roja".
En medio de esta situación tan cambiante, los mercados de todo el mundo, como el de la energía y, más concretamente, el del petróleo, están respondiendo. Algunos comerciantes de petróleo temen que el régimen de sanciones que está tomando forma rápidamente se amplíe para abarcar también las exportaciones rusas de energía. Dado que Rusia es el tercer exportador mundial de petróleo y el segundo de gas natural (NG), una medida de este tipo por parte de Estados Unidos y la Unión Europea podría ejercer una enorme presión al alza sobre los costes de estas dos materias primas.
Subida del precio de la gasolina
El lunes por la mañana, el petróleo superaba los 96 dólares, lo que supone una subida del 4,4%. El petróleo Brent había caído un ligero 0,8%, pero seguía estando casi un 4% por encima del precio de cierre de la semana pasada. Algunos analistas de Goldman Sachs (GS) prevén incluso que la referencia internacional podría superar los 115 dólares en un mes. Aunque actualmente parece probable que las sanciones occidentales excluyan de su ámbito a los productos energéticos y alimentarios, muchos observadores del mercado afirman que es demasiado pronto para excluir la posibilidad de una decisión de este tipo en caso de que el conflicto militar en Ucrania siga intensificándose.
Un factor adicional que podría impulsar el precio del petróleo en las próximas semanas es el aumento de la demanda en todo el mundo a medida que las infecciones por el coronavirus retroceden; algunos analistas del mercado de materias primas afirman que si se excluyera el suministro de petróleo ruso para el mercado durante treinta días, habría que abastecerse de hasta cuatro millones de barriles diarios de otros países para evitar que el petróleo subiera por encima de los 120 dólares. Dado que los países de la OPEP+ (OPEC en inglés) se reunirán a finales de esta semana, un aumento de la producción podría ser muy posible.
Actualmente, los comerciantes de todo el mundo ya están respondiendo a la perspectiva de un régimen de sanciones internacionales más estricto. Según algunos informes, los compradores de Asia ya están intentando abastecerse de una mayor proporción de su combustible necesario en la península arábiga en lugar de en Rusia, lo que podría delatar la creciente aprensión respecto a posibles interrupciones del suministro mientras las instituciones financieras rusas tienen dificultades para completar los pagos internacionales.
¿Ola de desinversión?
Quizá sea más dramático que las empresas privadas sientan ahora la presión de los gobiernos occidentales para que corten sus vínculos comerciales con Rusia. En una decisión que pone fin a la actividad económica en el país que dura casi desde la caída de la Unión Soviética, la empresa petrolera y de gas British Petroleum (BP-L) anunció ayer que se desprenderá de sus participaciones en Rusia.
BP tiene actualmente una participación de casi una quinta parte en la megaempresa petrolera rusa Rosneft; la decisión de la empresa con sede en Gran Bretaña de desprenderse, aunque alabada por las autoridades del Reino Unido, puede acabar costándole 25.000 millones de dólares. El director ejecutivo de BP, Bernard Looney, ha confirmado que esta medida se ha tomado por consideraciones geopolíticas relacionadas con la invasión de Ucrania. Ahora que el mayor inversor corporativo extranjero en la Federación Rusa se retira, otras empresas petroleras occidentales como la francesa Total (TTE.PA) podrían sentirse obligadas a sopesar también esta posibilidad. Dado que las reservas rusas representan alrededor del 50% de los suministros de petróleo y gas natural de BP, este movimiento político podría tener repercusiones en los resultados de la empresa en el futuro.
En el momento de escribir este artículo, el petróleo y el Brent no han bajado a los precios de la semana pasada. Con la crisis de Ucrania aparentemente lejos de resolverse, queda por ver si se cumplen los pronósticos más sombríos sobre el continuo encarecimiento de los combustibles fósiles, con las consiguientes consecuencias nocivas para la inflación en Estados Unidos, así como para la recuperación post-pandémica de la economía mundial en su conjunto.