Perspectivas del mercado energético tras las elecciones: Trump vs. Harris
A un solo día de las elecciones, los operadores se preguntan cómo podrían afectar a los mercados energéticos las diferencias políticas entre Donald Trump y Kamala Harris. Echemos un vistazo a algunas áreas clave en las que sus plataformas difieren, y cuáles pueden ser las implicaciones:
¿Seguirán subiendo los precios del petróleo?
Dado que el petróleo sigue siendo uno de los recursos clave de la economía mundial, las opiniones divergentes de la candidata demócrata Harris y del republicano Trump podrían tener efectos desproporcionados. La postura de Trump enfatiza la independencia energética nacional a través de un enfoque de "perforar, perforar y perforar", dando prioridad a la producción nacional de petróleo y gas natural (GN). Al eliminar las restricciones a la perforación y ampliar los arrendamientos de tierras federales, una presidencia de Trump podría aumentar la producción nacional, ejerciendo potencialmente una presión a la baja sobre los precios del petróleo (CL). Sin embargo, el aumento de la producción podría provocar una respuesta de la OPEP+, que podría contrarrestar ajustando la producción objetivo de sus países miembros para mantener la cuota de mercado.
Harris, por su parte, pretende reforzar la transición hacia las energías renovables, respaldada por leyes como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Sus políticas fomentarían la inversión en tecnologías limpias y vehículos eléctricos, al tiempo que probablemente endurecerían la normativa medioambiental sobre las operaciones de petróleo y gas. Este cambio podría conducir a una reducción de la demanda interna de petróleo con el tiempo, favoreciendo un descenso gradual de los precios a medida que crezcan las energías renovables.
La dinámica geopolítica mundial también influirá en la volatilidad de los precios del petróleo. Dependiendo de los acontecimientos geopolíticos y de las diferentes posturas que Harris y Trump podrían adoptar hacia diversos actores en Oriente Medio, las tensiones podrían interrumpir las cadenas de suministro y causar picos de precios.
Las relaciones comerciales, especialmente con China, también se enfrentan a cambios en función de los resultados de las elecciones. Las agresivas políticas comerciales de Trump pueden ralentizar el crecimiento económico en los principales países consumidores de petróleo, lo que podría reducir la demanda mundial. Mientras tanto, el enfoque más firme de Harris podría favorecer unas condiciones más predecibles en el mercado del petróleo. En general, el resultado de las elecciones marcará la pauta de las futuras inversiones en petróleo y las estrategias de suministro mundial.
¿Podrían renovarse las acciones de energía verde?
Las diferencias en política energética también pueden cambiar los mercados más allá del petróleo. Si Harris gana la elección presidencial, es probable que sus políticas favorezcan las energías limpias y renovables, lo que convertiría a empresas como First Solar (FSLR) en principales candidatas al crecimiento.
Con su apoyo a la IRA, las empresas de energías renovables podrían ver un nuevo aumento de la inversión, y los fabricantes de vehículos eléctricos (VE) como Rivian (RIVN) podrían beneficiarse de la ampliación de los créditos fiscales. Estas políticas proporcionarían incentivos críticos para la competencia contra el gigante de la industria Tesla (TSLA), que ha recibido el respaldo de Trump.
El sector de la energía hidroeléctrica en alta mar también podría recibir un impulso con Harris. Grandes inversores como Iberdrola (IBE.E), cuya filial estadounidense Avangrid ha mostrado un fuerte crecimiento, podrían experimentar mayores ganancias, gracias a su compromiso declarado con las infraestructuras energéticas sostenibles. Este crecimiento puede verse apuntalado por los incentivos federales a las instalaciones eólicas marinas y el desarrollo de infraestructuras críticas de red para apoyar la distribución de energía renovable en todo Estados Unidos.
Apostar por la energía nuclear
Además, la producción de energía nuclear ha ido ganando apoyo tanto entre los ciudadanos estadounidenses como entre sus dirigentes. De hecho, la administración Biden y la primera administración Trump han insistido en simplificar la regulación de este sector, y los problemas energéticos derivados de las sanciones a Rusia han contribuido a aumentar el entusiasmo bipartidista por la energía nuclear. Sea cual sea el candidato que gane el 5 de noviembre, la energía nuclear podría vivir un auge en los próximos cuatro años. (Fuente: S&P Global)
Conclusión
En resumen, el resultado de las próximas elecciones configurará el futuro panorama de la energía y los mercados relacionados, influyendo en los precios del petróleo, las inversiones en renovables y sectores específicos, desde el de defensa hasta el financiero. Los operadores deberían seguir de cerca los resultados, ya que podría avecinarse una volatilidad significativa y aún se desconoce la trayectoria del mercado.