¿Puede El Niño afectar al suministro energético?
El martes 4 de julio, la agencia meteorológica de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), declaró oficialmente el comienzo del gran fenómeno climático conocido como "El Niño". La agencia advirtió de que podría provocar un repunte de las temperaturas globales y condiciones meteorológicas extremas, al tiempo que cree que el gran fenómeno climático prevalecerá en la segunda mitad del año.
Normalmente, El Niño provoca fluctuaciones en la velocidad del viento y las precipitaciones que afectan a las fuentes de energía renovables. La velocidad del viento en superficie tiende a ser menor y suele producir condiciones más secas que podrían dejar inactivos un número considerable de aerogeneradores. El Niño suele durar cerca de un año, y su impacto en la generación de energía podría prolongarse hasta la primera mitad de 2024.
El día más caluroso jamás registrado
Según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de Estados Unidos, el lunes 3 de julio fue extraoficialmente el día más caluroso jamás registrado, superando el último récord establecido en agosto de 2016. Los científicos culparon a una combinación de cambio climático y El Niño, sugiriendo que este año se establecerían una serie de nuevas temperaturas récord.
La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) señaló que el aumento de las temperaturas globales podría incrementar la demanda de energía, con una mayor demanda de refrigeración que compensaría con creces el descenso de la demanda de calefacción. La EPA sugirió que una mayor demanda de energía requeriría más inversión en generación y nuevas inversiones para aumentar la distribución. Las temperaturas más cálidas también reducen la eficiencia de la producción energética existente. Por ejemplo, el año pasado, las altas temperaturas en Europa obligaron a Francia a restringir o cerrar muchas de sus centrales nucleares, lo que obligó a importar electricidad.
¿Qué es El Niño?
El Niño, palabra española que significa "el pequeño", es un patrón climático natural caracterizado por el calentamiento de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico oriental tropical que forma parte del sistema de Oscilación del Sur (ENOS), incluido su opuesto, La Niña. El Niño se produce cuando la temperatura de la superficie del mar aumenta al menos 0,5 grados centígrados por encima de la media a largo plazo. Suele durar de nueve a doce meses y se produce cada dos a siete años.
Los efectos del fenómeno alcanzan su punto álgido hacia diciembre, pero el impacto global tarda en extenderse por todo el planeta. Por esta razón, los meteorólogos esperan que el impacto se observe en 2024. El año más cálido registrado hasta ahora fue 2016, que también estuvo precedido por un potente El Niño, que disparó las temperaturas globales. (Fuente:CNBC)
Posible impacto de El Niño en las economías
El impacto de El Niño puede variar y depende de su intensidad. El cambio en los patrones meteorológicos puede tener diversas repercusiones; por ejemplo, se considera que el descenso de las precipitaciones en Panamá causa trastornos en el vital canal, obligando a los barcos a transportar cargas más ligeras e interrumpiendo potencialmente las cadenas de suministro entre el Atlántico y el Pacífico.
El suministro mundial de materias primas puede verse afectado, como en el caso de las lluvias más intensas en Chile, que interrumpen la extracción de cobre. El viernes, los precios del cobre (HG) subieron alrededor de un 1,9% a pesar de la ralentización de la demanda en China. Por otra parte, la sequía en Asia puede acortar la temporada de los monzones, lo que favorece la extracción de otros minerales como la bauxita, el níquel y el estaño. Pero esas condiciones más secas pueden aumentar el riesgo de sequía e incendios forestales, cuya prevalencia ha ido en aumento debido al cambio climático. El año pasado, China se enfrentó a condiciones de sequía que interrumpieron las cadenas de suministro mundiales, y el país tuvo que aumentar las importaciones de alimentos y combustibles fósiles.
Consecuencias para los precios de la energía y los alimentos
El Niño también puede afectar al mercado de materias primas, influyendo indirectamente en el precio del petróleo Brent (EB). Ejemplos de materias primas afectadas son las condiciones más secas, que reducen la producción hidroeléctrica, sobre todo en América Latina, provocando escasez de energía y un aumento de los precios.
También se prevé que El Niño aumente la demanda de energía de las empresas y los hogares, al incrementar el uso del aire acondicionado debido a las olas de calor. El descenso de la producción agrícola debido a la sequía también se traduce en una mayor inflación, lo que ejerce más presión sobre las economías. Se prevé que la esperada interrupción de la producción agrícola provoque una subida de los precios de los alimentos.
Se considera probable que un fenómeno de El Niño moderado no afecte demasiado a las perspectivas de inflación, pero uno más grave podría hacer que la inflación de los alimentos volviera a alcanzar los dos dígitos en 2024. Los mercados emergentes, como Brasil, se consideran los más vulnerables, ya que dependen en gran medida de la producción agrícola.
Conclusión
La agencia meteorológica de la ONU declaró el martes la llegada de El Niño, que podría provocar un aumento de las temperaturas mundiales. Este fenómeno puede tener importantes repercusiones en el clima y la economía mundiales. Los efectos tienden a alcanzar su punto álgido en torno a diciembre. Los cambios en los patrones meteorológicos podrían causar alteraciones en la agricultura y la producción de energía que podrían dar lugar a un aumento de los precios de los alimentos y la energía, arrastrando potencialmente a las economías mundiales.
Aunque se espera que El Niño altere los mercados de materias primas, siempre pueden entrar en juego otros factores. Por lo tanto, aún está por determinar si El Niño tendrá o no el impacto esperado. Los operadores pueden estar atentos a los mercados en general, centrándose en el sector de las materias primas, en particular, para ver qué ocurre.