La decisión del Banco de Inglaterra provoca un repunte en los mercados
La agitación económica y política que ha sido noticia en el Reino Unido en los últimos días ha provocado ondas en todo el mundo. Los planes económicos de la nueva Primera Ministra, Liz Truss, que acaban de ser puestos en marcha, han arrojado una sombra excepcionalmente larga sobre la economía esta semana. El Banco de Inglaterra ha lanzado sus herramientas monetarias al terreno para calmar quizás a los inversores, pero la situación aún no está despejada.

El cambio de política sacude el comercio
La última Primera Ministra del Reino Unido, Liz Truss, llegó al poder tras una intensa batalla por el control en el seno del Partido Conservador en el poder sobre quién heredaría el poder tras la dimisión de Boris Johnson. Sin embargo, a pesar de haber tomado posesión del 10 de Downing Street hace menos de un mes, ya han surgido nuevos problemas económicos.
El viernes pasado, Truss desveló planes que llevarían a la economía británica unos cuantos pasos grandes hacia el lado derecho del espectro político, incluyendo amplios recortes fiscales y medidas desreguladoras. Los ciudadanos del Reino Unido ya se han visto afectados por los fuertes aumentos del coste de la energía causados por los problemas de suministro de materias primas derivados del conflicto entre Ucrania y la Federación Rusa. Dado que el Gobierno ya se ha comprometido a realizar una amplia intervención para reducir el golpe de las elevadas facturas de la electricidad en el bolsillo del británico medio, los recortes fiscales propuestos por la administración Truss podrían hacer necesarios nuevos préstamos de miles de millones para cubrir los ingresos perdidos. Se calcula que los nuevos cambios en el presupuesto del Reino Unido tendrán un coste potencial de 45.000 millones de libras en los próximos cinco años, por lo que crece la preocupación por la estabilidad fiscal del país a corto plazo. (Fuente:The New York Times)
Por ello, no es sorprendente que los mercados hayan reaccionado de forma poco positiva. Aunque el nuevo gobierno se ha comprometido abiertamente a intentar volver a poner en marcha el motor del crecimiento económico británico, la libra esterlina cayó a niveles no vistos desde la década de 1980 frente al dólar, y los principales índices también se vieron afectados. En el momento de escribir estas líneas, el GBP/USD ha bajado más de un 4% en la última semana, mientras que el FTSE 100 (UK 100), con sede en Londres, ha caído un 3%.
La compra de bonos estimula a los mercados
Los rumores de una posible recesión y de que las acciones están de capa caída no se han limitado a Gran Bretaña en los últimos tiempos. Sin embargo, es posible que el Banco de Inglaterra haya sido el responsable de las subidas de ayer desde Londres hasta Wall Street.
Los profundos temores sobre la posible ruptura de la estabilidad financiera empujaron ayer al banco central del Reino Unido a actuar. El miércoles, el Banco de Inglaterra anunció que compraría 65.000 millones de libras en bonos del Gobierno, en un esfuerzo por frenar la caída del mercado de los últimos días. Esta decisión se produjo a pesar de que el Banco de Inglaterra tenía la intención de vender 80.000 millones de libras de los bonos que posee actualmente.
Este movimiento monetario para alejar la crisis que se avecina parece haber devuelto ayer cierta confianza a los operadores; el S&P 500 (EE.UU. 500) cerró ayer con una subida de algo menos del 2%, rompiendo su reciente racha de pérdidas, mientras que el FTSE 100 marcó una subida del 0,3%. Sin embargo, según algunos, el respiro que ha proporcionado el Banco de Inglaterra puede resultar, al final, temporal. Con los potentes factores económicos que afrontan las economías desarrolladas de todo el mundo, aún está por ver cómo afectará el nuevo giro de la política del Reino Unido a los resultados del mercado en las próximas sesiones bursátiles. En el momento de redactar este artículo, el jueves por la mañana, el FTSE 100 bajó un 2%, lo que deja abiertos muchos interrogantes sobre el sentimiento de los inversores.