El Banco de Japón cambia su política de control de la curva de rendimientos
En su decisión de política monetaria del martes por la mañana, el Banco de Japón sorprendió a los mercados al elevar el límite de los rendimientos de los bonos a 10 años al 0,5%, en lo que se interpreta como un ajuste de su política de control de la curva de rendimientos. De este modo, el Banco de Japón duplicó el tipo que toleraba hasta entonces, que era del 0,25%. La decisión sorprendió a los mercados, ya que los economistas encuestados antes de la reunión no esperaban ningún cambio en la política. Se consideró que preparaba el terreno para la normalización de la política por parte de un nuevo gobernador, y algunos analistas lo vieron como el preludio de una subida de los tipos de interés a lo largo del próximo año.
El yen se disparó en respuesta a la decisión del martes, y el par USD/JPY cayó un 3,5%, hasta situarse justo por encima del nivel de 132,28 puntos. El Nikkei (Japón 225), por su parte, cayó hasta un 3% durante el resto de la sesión japonesa. El rendimiento a 10 años también subió 21 puntos básicos tras la decisión del Banco de Japón, subiendo durante la mayor parte del aumento de 25 puntos básicos en el rango, aunque más tarde se desvanecieron algunas de las ganancias. El movimiento fue tan espectacular que la negociación de futuros sobre bonos japoneses se suspendió después de que el mercado de bonos llegara a un punto crítico.

El fin de una larga política de 6 años
La medida supone un cambio en una política monetaria establecida ya en 2016, cuando el BOJ introdujo una estrategia de control de los tipos de interés a corto y largo plazo, conocida como "control de la curva de rendimientos". Esta política es el núcleo del marco del banco central.
Recientemente, el gobernador Kuroda se había mostrado inflexible a la hora de mantener la postura conciliadora e incluso descartó que el BOJ fuera a tomar medidas para frenar la caída del yen. Argumentó que la relajación debía mantenerse hasta que se produjera un crecimiento salarial más sólido. Mientras tanto, los mercados se centraron en los informes de que el Primer Ministro Fumio Kishida planea revisar el objetivo de inflación del 2%, permitiendo más flexibilidad al BOJ para hacer frente a la inflación. Eso alejó la atención de los analistas de la posibilidad de un cambio en el YCC.
Explicación del YCC
El Banco de Japón introdujo el YCC después de que su extraordinaria campaña de expansión cuantitativa fuera cuestionada por ser potencialmente insostenible. La idea era que comprando la cantidad justa de bonos para mantener los rendimientos en el objetivo especificado, el banco podría reducir la cantidad de compras que realizaba.
El control de la curva de rendimientos se puso en marcha inicialmente como parte de una serie de medidas desarrolladas bajo el mandato del ex primer ministro Abe Shinzo, e implementadas por el jefe del BOJ elegido por él, Haruhiko Kuroda, cuyo mandato finaliza en abril. El Gobernador explicó que el objetivo de elevar el margen de la curva de rendimientos era aumentar la liquidez en un mercado de bonos aletargado. La meta de control de la curva de rendimiento seguía siendo la misma, el 0%; sólo que el BOJ permitiría que el rendimiento fluctuara en una banda más amplia.
La política del BOJ había sido objeto de crecientes críticas por parte de la opinión pública, ya que se consideraba que agotaba la liquidez del mercado y apoyaba la importante caída del valor del yen a principios de año. También se consideraba que la debilidad del yen contribuía a la inflación, que se prevé se mantenga por encima del objetivo de inflación del 2% en 2023. (Fuente:Yahoo Finance)
Posibles consecuencias para los mercados mundiales
La decisión del Banco de Japón se considera una señal de que las condiciones que han impulsado la reciente debilidad del yen están a punto de cambiar. Japón es el mayor acreedor del mundo, y el cambio de política podría fomentar el retorno del capital, lo que podría elevar los costes de los préstamos en todo el mundo, con posibles ventas de bonos por parte de los inversores en EE.UU., Australia y Francia. Esto también podría favorecer al yen.
Otros analistas opinan que la reacción inicial de los mercados podría haber ido demasiado lejos, argumentando que técnicamente la política no es restrictiva porque el objetivo sigue siendo el mismo y el Banco de Japón podría aumentar las compras de bonos. Ya había rumores de que el BOJ podría cambiar su política hacia la reducción del apoyo monetario. Independientemente de la explicación dada por Kuroda, el consenso entre los economistas parece ser la percepción general según la cual la medida indica que podrían esperarse más cambios bajo el mandato de un nuevo gobernador.
Conclusión importante
La conclusión es que la medida del Banco de Japón podría tener implicaciones en todos los mercados, ya que permitiría elevar los costes de los préstamos. Muchos economistas consideran que podría preparar así el terreno para que Japón abandone su política de flexibilización extraordinaria de una década de duración y suba los tipos en 2023. Las actas del 22 de diciembre y el discurso de Kuroda del 26 de diciembre podrían arrojar más luz sobre los planes futuros del Banco de Japón. De lo contrario, esperaremos a la próxima reunión del 18 de enero de 2023.