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Dado que hay numerosos componentes que pueden afectar a la estructura y el funcionamiento de los índices bursátiles, el precio de los índices tiene propensión a moverse en respuesta a una serie de factores distintos del rendimiento general, el crecimiento y la salud de las economías, y los sectores que lo componen. Por tanto, para utilizar correctamente los índices bursátiles y sacar el máximo partido a su experiencia de negociación, es importante comprender qué es lo que mueve sus precios.
Aunque puede ser emocionante seguir a los de mejor rendimiento en su crecimiento, es importante entender qué es lo que mueve el precio de un índice.
Precios ilustrativos.
Como hemos señalado anteriormente, son muchas las variables que intervienen en la construcción de un índice bursátil, ya que cada índice se basa en una serie de empresas, lo que significa que cualquier cambio en el rendimiento de estas empresas también puede dar lugar a un cambio en el índice y su composición. Por tanto, a la hora de elaborar un índice (grupo) de empresas, es importante medirlas de forma útil, clara y organizada para los inversores.
Por ejemplo, en 1984 los inversores estaban interesados en seguir la pista de las 100 principales empresas que cotizan en la bolsa de Londres. Financial Times Stock Exchange (FTSE), una organización privada, se encargó de revisar los informes de ganancias y los registros contables de cada empresa que cotizaba en la Bolsa de Londres (LSE).
Sus análisis ayudaron a comprender el valor global (capitalización del mercado) de cada empresa de la bolsa. A continuación, seleccionaron las 100 principales empresas en función de la capitalización del mercado y las agruparon en una lista. Cada trimestre, los miembros de FTSE se reúnen para revisar nuevos informes de ganancias para determinar qué compañías pueden permanecer en la lista de las 100 primeras, cuáles saldrán y cuáles ocuparán las nuevas vacantes.
Plus500 ofrece a los traders la oportunidad de negociar con CFD sobre estos índices.
Calcular los valores de los índices puede ser a menudo una tarea complicada. Por ejemplo, el índice FTSE 100 se calcula compilando el valor total de las 100 principales empresas de la Bolsa de Londres (FTSE 100). En consecuencia, puede ser difícil entender el comportamiento de este índice a lo largo del tiempo. Sin embargo, hay dos herramientas matemáticas populares que se utilizan para descomponer el número de referencia de miles de millones a unos más digeribles miles que conocemos hoy en día.
Valoración de Capitalización de Mercado Ajustada al Capital Flotante
Si una empresa emite inicialmente 1.000 acciones, esto no significa necesariamente que 1.000 acciones estén disponibles para la compra o la negociación en un mercado abierto. La empresa puede decidir que 850 acciones (85%) pueden negociarse libremente en la Bolsa de Valores de Londres, mientras que las 150 acciones restantes (15%) se asignan a directores internos. El valor de la empresa, para efectos de los índices, se calculará en base a esas 850 cuotas de mercado abierto, excluyendo el 15% no negociable. Los términos utilizados para describir estas acciones son "Acciones Flotantes" o "Floating Stock/Shares", o "Flotante/Float" para abreviar.
Esto puede ser visualizado como:
(Todas las acciones de la compañía - acciones bloqueadas) X Valor de la acción = Valor de Flotación Libre
En 1984, la FTSE compiló el FTSE100 y le dio un valor inicial de 1.000 puntos. Para llegar a este número hicieron una ecuación simple:
Capitalización Combinada de Mercado Ajustada por Flotación (Market Cap) de las 100 principales empresas de LSE =1000
El siguiente trimestre, hicieron otro cálculo
(Totales de Nueva Market Cap/ Totales de Market Cap previos) x 1000= valor en puntos Q2 FTSE100
Usando este método, se puede ver que a medida que el valor de estas empresas crece, también crecen los puntos del FTSE100.
Nota: Para mantener los fondos tan consistentes como sea posible, las compañías deben demostrar una capitalización de mercado que sea equivalente a la posición #90 y pueden caer a la posición 111 antes de ser eliminadas.
Valoración Ponderada de Precios
Otro método es considerar el precio de las acciones sobre la capitalización del mercado de la empresa.
Para hacer esto, compilamos una lista de compañías en un grupo, tal como lo hicimos para FTSE, excepto que esta vez miramos el precio de cada acción individual y nada más. Este fue el sistema utilizado por Charles Dow y Edward Jones cuando crearon el Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) en 1885.
Empezaron tomando las 30 compañías más grandes que cotizaban en bolsa en los Estados Unidos y dando igual peso a cada acción individual de cada una de estas compañías. Para calcular el valor de este índice, tomaron un divisor y lo usaron para promediar todas las acciones.
Valor total de cada acción individual sumado / divisor (ej. 1000) = Valor del Índice
Nota: El valor divisor es confidencial y se cambia regularmente para evitar una volatilidad excesiva.
Otros índices que utilizan este método son el S&P, el DJIA y el Índice Compuesto del Nasdaq, entre otros. Además, el DJIA y el S&P 500 suelen tender a moverse en la misma dirección, ya que ambos se revisan periódicamente, hacen un seguimiento de las acciones de las mayores empresas estadounidenses y ambos son publicados por S&P Dow Jones Indices. Sin embargo, cabe señalar que estos dos índices no son comprables, ya que hay una diferencia ostensible en la forma de calcular cada índice. El DJIA está ponderado según el precio, mientras que el S&P500 se ajusta según la capitalización. Algunos críticos del método de ponderación de precios señalan que no tiene en cuenta el fraccionamiento de acciones, la emisión de nuevas acciones u otras fluctuación.
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Ahora que hemos explorado las formas en que se calculan los índices, podemos empezar a entender sus valoraciones y cómo se mueven hacia arriba y hacia abajo.
Durante acontecimientos de mercado de mayor envergadura, como catástrofes naturales, disputas comerciales internacionales o la pandemia del Coronavirus, y concretamente la aparición de una nueva variante del virus como el Ómicron y las cepas Delta, los accionistas se ponen nerviosos porque el valor de sus inversiones puede caer. Esta ansiedad se expresa a través de la venta de sus acciones. Algunos accionistas pueden estar contentos de vender, sabiendo que si mantienen estas inversiones durante mucho tiempo existe la posibilidad de que una empresa quiebre y el valor de sus inversiones desaparezca. A medida que el mercado se inunda de vendedores, los compradores pueden entrar y comprar acciones a un precio reducido.
Por otro lado, nuevas tecnologías, acuerdos comerciales, informes de resultados positivos, o cualquier otra razón para sentirse optimista en relación al mercado, pueden llevar a los inversores a invertir fuertemente en la empresa, aumentando la demanda de una acción que tiene una oferta fija.
A medida que el valor de una empresa aumenta, junto con la oferta y la demanda de sus acciones, el precio de las acciones se mueve.
Cuando se considera el valor de un índice, las compañías están continuamente ganando y perdiendo valor día tras día, pero aun así el promedio puede mantenerse equilibrado. Por ello, algunas de las empresas dominantes pueden perder valor, pero si sube el valor de otras, el valor global del índice puede permanecer igual.
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