El S&P 500 entra en territorio de corrección
Las actuales tensiones entre la Federación Rusa y Ucrania han seguido alcanzando nuevas cotas a medida que avanzaba la semana. Ahora que las sanciones occidentales empiezan a aplicarse contra los bancos y los magnates empresariales rusos, los mercados pueden estar percibiendo más profundamente los efectos económicos que podría acarrear una guerra a gran escala.
Las sanciones entran en vigor
Tras el discurso televisado del presidente Vladimir Putin el lunes por la noche, en el que extendió el reconocimiento formal de la independencia a las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, las potencias occidentales tuvieron una fuerte reacción. Según muchos analistas geopolíticos, este paso sin precedentes hacia las dos regiones escindidas del este de Ucrania puede allanar el camino para una invasión terrestre rusa de su vecino del sur.
Repitiendo las medidas adoptadas contra la Federación Rusa tras su invasión y anexión de la península de Crimea en 2014, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aplicado sanciones económicas de gran alcance contra el país. Aclarando que las medidas adoptadas se reforzarán en caso de que Rusia invada Ucrania, Biden y su administración han eliminado de hecho la capacidad de Rusia de obtener financiación a través de los bancos occidentales para el servicio de su deuda soberana.
El Reino Unido, Canadá, Australia y Japón también congelaron oficialmente el martes por la noche los activos de cinco instituciones financieras con sede en Rusia en sus países. Además, las autoridades alemanas anunciaron el martes la paralización del gasoducto Nord Stream-2, destinado a suministrar gas natural (NG) desde Rusia a los consumidores europeos.
La crisis provoca la corrección
A medida que el potencial de inestabilidad geopolítica importante sigue manifestándose con mayor claridad, los operadores de Wall Street parecen responder con un ánimo de aversión al riesgo en el mercado. El martes, tres grandes índices estadounidenses registraron fuertes caídas. El Nasdaq (US-TECH 100), de gran peso tecnológico, cayó un 1,2%, y el índice Dow Jones Industrial (USA 30), un 1,4%.
Sin embargo, quizá el hito más notable alcanzado por los mercados en el transcurso de las operaciones del martes fue el paso del S&P 500 (USA 500) a territorio de corrección. La última vez que este índice principal alcanzó el estado de corrección, definido como una caída de dos dígitos desde un máximo reciente, fue hace casi dos años, al comienzo de la pandemia del COVID-19. ¿Qué factores podrían haber preocupado a los operadores en Nueva York ayer?
El aumento de la inflación en Estados Unidos ha sido objeto de una amplia cobertura en los últimos meses, y ha sido abordado por los políticos estadounidenses de todas las tendencias. A pesar de la línea cada vez más dura de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, aumenta el temor de que la inflación pueda alcanzar nuevos récords y llegar a los dos dígitos en los próximos meses.
Algunos analistas del mercado de materias primas empiezan a agitar el rumor de una interrupción del suministro de petróleo (CL). El recrudecimiento del conflicto entre Rusia y Occidente podría provocar el corte de las exportaciones de petróleo del país de la OPEP+. El petróleo Brent (EB) de referencia internacional, que en la mañana del miércoles cotizaba a más de 96 dólares el barril, podría alcanzar los tres dígitos.
En caso de que se produzca una subida tan brusca del precio del petróleo, el índice de precios al consumo, que mide los costes para el consumidor medio estadounidense, podría alcanzar cotas no vistas desde hace generaciones. El Comité Federal de Mercado Abierto posiblemente no tendría más remedio que subir los tipos de interés aún más rápido de lo previsto para controlar la inflación, con los consiguientes efectos negativos sobre los valores tecnológicos y de crecimiento que cotizan en los índices de Wall Street.
Por otra parte, otros expertos del mercado han destacado las fuertes recuperaciones que históricamente han mostrado los índices tras crisis de esta naturaleza en el pasado, desde el 11-S hasta la invasión de Irak. Está claro que los mercados y sus operadores experimentan una gran incertidumbre respecto a las intenciones de Vladimir Putin y a cómo podría responder la Reserva Federal a una crisis energética. Sólo con el tiempo se sabrá qué predicciones de los analistas son correctas.
