Los mercados asiáticos suben mientras el COVID disminuye
La economía china atravesó un periodo de depresión durante los dos últimos meses, ya que la propagación de la infección por COVID-19 en los principales centros urbanos obligó a las autoridades del Partido Comunista a imponer restricciones muy estrictas. Sin embargo, según algunos expertos, la segunda economía del mundo podría volver con fuerza a medida que las restricciones se levanten progresivamente.

La economía está bloqueada
China, donde comenzó el nuevo coronavirus, ha evitado la mayoría de los peores daños de la pandemia, y ni siquiera se encuentra entre los cien primeros países en cuanto a infecciones registradas en los últimos dos años. Sin embargo, a principios de la primavera, un nuevo brote en algunas de las áreas metropolitanas más pobladas del país condujo rápidamente a estrictas medidas al respecto.
A principios de marzo, un repunte de casos de COVID-19 en la ciudad manufacturera del sur, Shenzhen, provocó una oleada de nuevas restricciones en el centro industrial, presionando la actividad económica habitual de la ciudad. Poco después, Shanghai, la capital comercial del este, se enfrentó a problemas similares, lo que obligó a Tesla (TSLA), entre otras muchas empresas multinacionales, a suspender temporalmente sus operaciones.
Aunque la política de "cero-COVID" del gobierno chino quizá impidió un retorno completo a los primeros días de la pandemia mundial, tuvo un efecto notablemente negativo en la economía del país, según muchos. Con millones de ciudadanos sometidos a órdenes de permanecer en casa, así como a pruebas periódicas obligatorias, el desarrollo de los negocios resultó progresivamente más difícil.
Las acciones chinas, en particular, no han tenido suerte en los últimos meses, ya que las presiones regulatorias y las indicaciones contradictorias de algunas de las principales autoridades del país pueden ser la causa de que algunos eviten comprar en el sector tecnológico nacional. Sin embargo, muchos expertos afirman que el frenazo a la actividad económica podría haber sido la causa directa de la importante salida de inversiones observada en los primeros meses de 2022.
Desde enero hasta hoy, en el momento de redactar este informe, los inversores extranjeros han vendido más de 2.000 millones de dólares en acciones con sede en Shanghai y Shenzhen. Según algunos, esto podría haber sido una expresión de la falta de confianza de los operadores internacionales en las perspectivas de recuperación económica de China. Esta amplia venta fue la primera vez que se vendieron más acciones chinas que las compradas por los extranjeros en un periodo comparable en al menos los últimos cinco años.
¿El fenómeno chino está listo para subir de nuevo?
El gigante económico de Asia está perdiendo fuerza hasta ahora, y los índices de todo el continente están sufriendo las consecuencias. Hasta el momento, el índice Hang Seng (Hong Kong 50) ha perdido un 8,5%, mientras que el Nikkei 225, con sede en Tokio, ha perdido casi un 7%.
Sin embargo, es posible que se prevea un cambio en China. Este pasado fin de semana, el segundo mandatario de Shanghái, Wu Qing, confirmó a la opinión pública que las empresas con sede en la ciudad de veinte millones de habitantes podrán retomar su actividad esta semana, ya que las restricciones se han suavizado. Además, el gobierno municipal de Shanghai ha formulado un plan para estimular la economía local a partir de mañana.
Además de estos signos alentadores procedentes de una de las ciudades chinas más afectadas por la pandemia, algunos expertos en salud han planteado la posibilidad de que se lance una vacuna de ARNm desarrollada en China en un futuro próximo. Este acontecimiento podría muy bien excluir la posibilidad de otra oleada de cierres en China en los próximos días y meses. Además, el Banco Popular de China, que hasta ahora ha mantenido una política monetaria relativamente estricta, ha señalado en las últimas semanas que bajará los tipos de interés para estimular la recuperación de la demanda interna.
Esta confluencia de factores permite que las perspectivas a corto plazo de la economía china sean algo más optimistas, por lo que los inversores de toda Asia han conseguido que el Hang Seng suba un 1,38% en el momento de redactar este informe. Mientras que los operadores del Nikkei (Japón 225) impulsaron este índice clave un 2% ayer, las subidas en Japón pueden estar retrocediendo, y las ganancias anteriores de hoy desaparecieron con una pérdida del 0,3%. Aunque el optimismo ha regresado a las costas chinas, podría ser demasiado pronto para sacar conclusiones firmes respecto a la posibilidad de que la mayor economía de Asia pueda cumplir las expectativas de los operadores sobre su recuperación.